Escenifican el universo del deseo, a partir de textos eróticos de Marguerite Duras

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La esencia del universo del deseo es explorada en Invitación al silencio, montaje de Lydia Margules en el que a manera de collage, se presenta una selección de textos eróticos de las novelas El hombre sentado en el pasillo, El hombre atlántico y El mal de la muerte, de la escritora francesa Marguerite Duras.
Estrenada la noche de este lunes 2 de septiembre, en el teatro El Granero, del Centro Cultural del Bosque, la obra también retoma el texto Agatha, de la misma escritora, donde se aborda la historia de un hermano y una hermana unidos por un muto deseo.
La propuesta rompe con las convenciones tradicionales del teatro, para ofrecer distintos planos en términos estéticos y escénicos:
«Lo que busco es encontrar distintos planos en la puesta en escena de proximidad tanto en el espacio concreto en las tres dimensiones como en las posibles dimensiones del sonido», aseguró la directora y productora Lydia Margules.
Tres personajes interpretados por Antón Araiza, Ichi Balmori y Tania Olhovich se encuentran en distintos puntos de un rectángulo por el que se despliegan hilos que cruzan por diversas direcciones de cada uno de los lados.
Cada forma y figura es simbólica, cada objeto es una metáfora abstracta que mantiene una relación física con los actores, quienes a veces dicen al unísolo, o en ocasiones al mismo tiempo, fragmentos llenos de profundidad y pasión.
«Parte de mi trabajo es encontrar distintas formas de reconstrucción del discurso que rompan con los discursos lineales, lo que hicimos fue fragmentar la obra Agatha y atravesarla con distintos fragmentos eróticos de Marguerite Duras», dijo la directora.
Consideró que la intención es que el público reconstruya su propio discurso del deseo, a partir de tomar palabras o frases sueltas.
«Esa fuerza del deseo, la pasión, es la fuerza del impulso erótico que da origen al Ser, la vida, a todo lo que respira y ama por el hecho de estar vivo», se escucha a través de voces en off de Aída López y Arnoldo Picazzo, mientras se proyecta un paisaje marino realizado por Marie Christine camus y Neli Rusic.
Se trata de distintos planos de proximidad y distancia del sonido y reconstrucción del discurso, a partir de un diseño de espacio de Teresa Rovalo y registro sonoro de Ricardo Cortés.
Para Lydia Margules, lo que atrapa de un texto como Agatha es la presencia del deseo y sus posibilidades como un universo y motor de movimiento, principio de vida y muerte, en un nivel de intensidad muy contenido y con altos niveles de complejidad.
La obra de Marguerite Duras (1914-1996), se ha caracterizado por abordar temas como la destrucción, el amor y la alienación social, a partir de una vida tormentosa, de soledad y escritura.
Invitación al silencio se presentará hasta el 7 de octubre con funciones lunes y martes a las 20:00 horas en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque ubicado a espaldas del Auditorio Nacional (suspende función 16 de septiembre). Localidades: $150.

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