Beso homosexual exhibe estereotipos de las telenovelas mexicanas

“Ocultar la realidad evidencia pobreza y  miedo a la transformación”.

Abel Pérez Rojas

No obstante el liderazgo que alguna vez gozó en el mundo, su rentabilidad y cobertura propagandística de las telenovelas en México, ¿cómo es posible que un beso homosexual evidencie el estado retrógrado de las telenovelas de transmisión abierta en México?

Hace unos días, el pasado 31 de enero, en Brasil terminó con un beso entre «Félix» y «Niko», interpretados por los actores Meteus Solano y Thiago Fragoso, la telenovela «Amor à Vida».

Tan impactante fue el desenlace de «Amor à Vida» que periódicos de todo el mundo le dedicaron un espacio, convirtiéndole en un suceso internacional, por ejemplo, en México el periódico Excélsior  le tituló: “Se paraliza Brasil por primer beso gay en telenovela”.

No es para menos el impacto que causó la escena final que se transmitió por Globo, porque fue por el canal de mayor audiencia en Brasil –Globo ha llegado a ser visto, tan sólo en Brasil, hasta por 180 millones de personas al día-.

La expectativa de la audiencia brasileña por atestiguar si finalmente vencería la tolerancia y la libertad en Globo, convirtió a la telenovela en motivo de discusiones y airados debates entre sectores y personajes a favor y los que se opusieron.

Toda vez que en el año 2005 ya se había grabado una telenovela, que también en el último capítulo, contenía un beso entre dos actores, pero finalmente fue vetado y no fue incluido en la transmisión.

La escena transmitida abrió la posibilidad a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero) de llevar a muchos foros sus principales banderas de lucha, tal vez por ello festejaron el momento en espacios públicos con aplausos y gritos.

Mientras eso sucede en Brasil, en México continuamos estancados.

Entre agosto de 2009 a abril de 2010, en México se transmitió una telenovela producida por Televisa y Endemol titulada “Los exitosos Pérez”.

Uno de los ingredientes novedosos para la audiencia mexicana, aunque no para otras latitudes porque se trató de una adaptación a la comedia argentina “Los exitosos Pells”, fue la relación homosexual entre Martín Pérez (Jaime Camil) y Tomás Arana (José Ron).

Como dieron cuenta diversas publicaciones, los besos entre Martín Pérez y Tomás Arana fueron censurados por Televisa y no fueron presentados en la transmisión en horario estelar del autodenominado “Canal de las Estrellas”.

De haberse transmitido las escenas de besos homosexuales de “Los exitosos Pérez” ¿qué tipo de debate se habría despertado en México? ¿Habría repercutido la no censura de Televisa en la vida democrática de nuestra sociedad?  Después del gesto tolerante –que nunca llegó- de Televisa ¿cuántas otras producciones se habrían transmitido siguiendo ese halo de libertad?

Hasta ahora sólo se han presentado tibios intentos.

En cambio, sí podemos afirmar que esa actitud nos privó de experimentar lo que actualmente están viviendo los hermanos brasileños: la oportunidad de esgrimir y argumentar sus posturas, y sobre todo, transitar por  un camino que ya no tiene retorno, el contribuir a crear las condiciones para que cada persona elija libremente su orientación sexual.

Para que sopese el atraso que viven las telenovelas mexicanas, le comento que la semana pasada Disney Channel presentó en Estados Unidos, en su serie ¡Buena suerte, Charlie!, la primera pareja de lesbianas.

Un portavoz de Disney Channel contestó así las críticas adversas: «Al igual que toda la programación de Disney Channel, (este capítulo) fue desarrollado para ser relevante para niños y familias de todo el mundo y para reflejar temas como la diversidad y la inclusión”.

¿Entenderán Televisa y TV Azteca las anteriores palabras o seguirá vigente la crítica de Epigmenio Ibarra, productor y director televisivo?:

“En general, la telenovela es uno de los arietes para la deformación del gusto mexicano, para el achatamiento de su sensibilidad, y también uno de los instrumentos de control ideológico más poderosos del Estado, en tanto que promueve estereotipos y maneras de ver el mundo que refuerzan lo más oscuro y lo más refractario de la sociedad del país.”

¿Hasta cuándo tendrán vigencia las palabras de Epigmenio Ibarra?

*Abel Pérez Rojas, es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com.
mail: abelpr5@hotmail.com
twitter:@abelpr5
facebook.com/PerezRojasAbel

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